De paseo con mis hijos por la vinatería de unos grandes almacenes hice ayer un pequeño experimento,... Dejar que ellos eligieran el vino que más le gustaba.
Constaté una gran evidencia, la primera botella de vino la vende siempre el diseñador, la segunda el enólogo (con permiso de mi amigo Carlos Cabo- nuestro enólogo).
Lo primero que me gustaría recordarles es que TODOS llevamos dentro el niño que fuimos alguna vez, y ante la incertidumbre y el azar es él SIEMPRE quien decide.
He observado un par de cosas de las favoritas de mis hijos: El frontal limpio, para resultar impactante.
Luego casi todos cuentan su historia en el reverso, hoy es importante decir quienes somos y de dónde venimos. El resto del packaging espectacular- botella, taponado, capsula, con la suficiente calidad para marcar la diferencia.
Mis hijos y el niño que llevo dentro se guían por la Estética y el diseño, ...quién sabe quizás mañana influyan...
- Orgullo: difícil de encontrar, original, personalizado, prestigio.
- Novedad: joven, afrutado, producto nuevo cada año, investigaciones técnicas.
- Confort: poco alcoholizado, poco acido, poco aspero, facil de beber, se conserva bien.
- Dinero: buena relación calidad precio.
- Buena convivencia: regalo original, festivo, tradición, vacaciones, evoca recuerdos.
- Práctico: corcho, cápsula, entrega a domicilio, momento de consumición.
- Ética: normas de producción, ecológico, según los circuitos de distribución....ETC
Saludos.
Evidentemente, si no puedes PROBAR el vino lo único que te queda es fiarte de su aspecto exterior. O leer la etiqueta, para los fanáticos!
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