17/6/13

Vinos para enamorar – Me gusta cuando callas...



Era una noche de verano, en alguna ciudad europea…

La cita es perfecta para comenzar esa relación tan buscada.

¿La excusa? El amor no necesita de excusas. Necesita palabras que traduzcan los sentimientos, y actos que transmitan esos sentimientos, sentimientos que salgan desde adentro.

Descorcho una botella de vino, Coloma Rosado Pinot Noire. Los primeros aromas a frutos salvajes se liberan, como presagiando el momento que está por llegar.
Ella huele su copa y me mira como entendiendo el código a través del aroma del vino.

Oliendo mi copa me inspiro y mirándola a los ojos, esos que tantas veces deseé tener sobre los míos, le digo:

“Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca…”


Neruda no esta aquí por casualidad, su obra está llena de estrofas que expresan esos sentimientos de una forma especial, por eso recurro a sus palabras.
Alzo mi copa en señal de brindis y mirándola a través de ese color de frambuesa del vino sigo con el poema…



“Como todas las cosas están llenas de mi alma
emerges de las cosas, llena del alma mía.
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,
y te pareces a la palabra melancolía.”


Ella sonríe. Sus mejillas toman el color rosado del vino, señal inequívoca que el mensaje ha comenzado a llegar. Necesito transmitirle que mis sentimientos son profundos
Para ser aún más auténtico, bebo el primer sorbo de vino, que me traslada a un bosque fresco con vegetación húmeda y apenas iluminado por la luna llena y continúo mirándola a los ojos:

“Me gustas cuando callas y estás como distante.
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:
déjame que me calle con el silencio tuyo.”


Su mirada seguía el movimiento de mis labios, haciéndose cómplice en silencio, de mis intenciones de seducción, dejándose llevar por el juego.
Por un momento, una sonrisa leve desvió mis ojos de sus ojos; entonces comprendí que me estaba hablando en silencio. Era el momento propicio para continuar avanzando en el poema.

“Déjame que te hable también con tu silencio
claro como una lámpara, simple como un anillo.
Eres como la noche, callada y constelada.
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.”


Y si, en ese momento brillaba cada vez más con cada palabra, intensa, pero sencilla, toda ella era luz…. Será el amor pensé; solo eso podría hacer que en 10 minutos estuviésemos envueltos en un halo de sentimientos a punto de desatarse…

Mi corazón ya latía algo más acelerado. Lentamente, me acerqué a su silla. Su respiración iba en aumento al  mismo ritmo que la mía. La tomé de la mano, retomé mi mirada sobre la suya, y con el último sorbo de la copa, le dije la última estrofa susurrándole al oido…

“Me gustas cuando callas porque estás como ausente.
Distante y dolorosa como si hubieras muerto.
Una palabra entonces, una sonrisa bastan.
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.


Era el poema hecho mujer. Era la expresión de la dulzura. Ella no había pronunciado palabra desde su llegada. Como si hubiese sabido que Ella era la protagonista de este poema.

Un poco de música.....



Dejó su copa junto a la mía y solo habló para pedirme que la bese…cerré los ojos y unimos nuestros labios.

Por segundos creía que era solo un sueño, sin embargo, volví a abrir los ojos y estaba allí, esplendida, como nunca antes la había visto.

Serví otras dos copas, el vino seguía insistiendo en ser testigo de este momento, sin saber que cada vez que abramos una botella de este vino, lo recordaremos.

...a la mañana siguiente, las copas descansaban vacías en la mesa, conocedoras de lo que había sucedido, testigos mudos, de palabras, hechos y sentimientos expresados.

Nos despedimos hasta la próxima vez, seguros que se había iniciado algo maravilloso para los dos, sin saber exactamente porqué….

Será el amor, será el vino, será la vida…. Será, lo que deba ser.

Dedicado a todos aquellos que creen aún que el amor, es la fuerza más maravillosa creada por Dios, generadora de vida, generadora de esperanza, generadora de felicidad.

Nos vemos el próximo post...

Sergio Raúl Chaparro Luberti

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Muchísimas gracias por formar parte de WineandMoments. Un abrazo